domingo, 15 de junio de 2014

Los valores y el rol de la escuela



Los valores en el entorno social y el rol de la escuela en la formación 
 ética de los ciudadanos
             En nuestro  medio se escucha con frecuencia y preocupación que existe una crisis de valores, que no es más que conflictos de valores reflejados como antivalores, que proceden de diferentes fuentes, tales como: Los  medios de comunicación masivos, la familia y la comunidad misma; situación que debe enfrentar el sistema educativo porque rompe con las normativas que éste trata de cultivar.
              Una prueba fehaciente sobre la expresión   “Crisis de Valores “, se refleja en nuestra sociedad, en la vida cotidiana, en cualquier espacio sin distinción de edad, Clase social, profesión, entre otros; los cuales no ponen en práctica las normas o reguladores que deben regir a una sociedad  con valores; porque lo preocupante  es que hoy día  el ser  humano a perdido su sentido de convivencia y sus valores compartidos, y sobre todo el valor a la vida.    
             Preocupa más aun todo el daño y los perjuicios que esta problemática ocasiona a nuestro entorno social y educativo. La  conducta de una parte de la sociedad nos preocupa, pero de quien aquí nos preocupamos es del ser humano en edad escolar. Por lo que la labor educativa debe proporcionar un amplio número de valores. Se puede citar a J Dewey “Nuestra es la responsabilidad de conservar, transmitir, rectificar y de expandir la herencia de valores que hemos recibido”. De allí  que el docente trascienda más por actitud, valores y empatía con el alumno, que por los contenidos curriculares que haya impartido.
             Siempre hemos de recordar que por encima de la escuela  está la familia, cuya definición aun recuerdo desde la escuela: “Familia base fundamental de la sociedad”; que en ocasiones trabajan en asociación, aunque hoy día también se afirma  que está en crisis, esta problemática se refleja en nuestros alumnos, por tanto nos obliga a actuar con más esfuerzo para lograr nuestro cometido.
 El maestro ha de cumplir su tarea con entusiasmo y amor,  y ser ejemplo vivo de sus alumnos, utilizando ejemplos reales, siendo flexible y proporcionando ideas brindadas hasta por los mismos  educandos.   
             Hay que tomarse un tiempo maestros y maestras para darnos  la oportunidad de ver, escuchar, sentir , reflexionar y actuar, para que sea posible ese ciudadano que todos soñamos en este milenio, con conocimientos y valores.
 La felicidad del individuo está ligada a la felicidad de la sociedad y, la prosperidad de la sociedad está ligada a la felicidad del mundo. Por eso nuestro rol debe ser despertar en nuestros alumnos “Sentimientos de  Valor”.