Los valores en el entorno
social y el rol de la escuela en la formación
ética de los ciudadanos
En nuestro
medio se escucha con frecuencia y preocupación que existe una crisis de
valores, que no es más que conflictos de valores reflejados como antivalores,
que proceden de diferentes fuentes, tales como: Los medios de comunicación masivos, la familia y
la comunidad misma; situación que debe enfrentar el sistema educativo porque
rompe con las normativas que éste trata de cultivar.
Una prueba fehaciente sobre la expresión “Crisis de Valores “, se refleja en nuestra
sociedad, en la vida cotidiana, en cualquier espacio sin distinción de edad, Clase
social, profesión, entre otros; los cuales no ponen en práctica las normas o
reguladores que deben regir a una sociedad
con valores; porque lo preocupante
es que hoy día el ser humano a perdido su sentido de convivencia y
sus valores compartidos, y sobre todo el valor a la vida.
Preocupa más aun todo el daño y los perjuicios
que esta problemática ocasiona a nuestro entorno social y educativo. La conducta de una parte de la sociedad nos
preocupa, pero de quien aquí nos preocupamos es del ser humano en edad escolar.
Por lo que la labor educativa debe proporcionar un amplio número de valores. Se
puede citar a J Dewey “Nuestra es la responsabilidad de conservar, transmitir,
rectificar y de expandir la herencia de valores que hemos recibido”. De
allí que el docente trascienda más por actitud,
valores y empatía con el alumno, que por los contenidos curriculares que haya
impartido.
Siempre hemos de recordar que por encima de la
escuela está la familia, cuya definición
aun recuerdo desde la escuela: “Familia base fundamental de la sociedad”; que
en ocasiones trabajan en asociación, aunque hoy día también se afirma que está en crisis, esta problemática se
refleja en nuestros alumnos, por tanto nos obliga a actuar con más esfuerzo
para lograr nuestro cometido.
El maestro ha de cumplir su tarea con
entusiasmo y amor, y ser ejemplo vivo de
sus alumnos, utilizando ejemplos reales, siendo flexible y proporcionando ideas
brindadas hasta por los mismos
educandos.
Hay que tomarse un tiempo maestros y maestras
para darnos la oportunidad de ver,
escuchar, sentir , reflexionar y actuar, para que sea posible ese ciudadano que
todos soñamos en este milenio, con conocimientos y valores.
La felicidad del individuo está ligada a la
felicidad de la sociedad y, la prosperidad de la sociedad está ligada a la
felicidad del mundo. Por eso nuestro rol debe ser despertar en nuestros alumnos
“Sentimientos de Valor”.
